Llego a los cuarenta y comienzo a ver mis
imperfecciones faciales, seguramente os pasa lo mismo. No tengo mucho remilgo
con eso de las arrugas, en mi familia por una cuestión genética siempre han
escaseado, pero noto que mi piel no esta tan tersa y suave como hace unos años.
Lo más importante es que me gustaría tener la piel suave como la de mi hijo, me
doy cuenta de esa sensación cuando le doy un beso de oso por la noche o cuando
por la mañana voy a despertarlo con unas carantoñas y muchos besos.
Es así que me puse manos a la obra, esto
de la cosmética tiene toda una inspiración.
No siempre uno está en el nivel emocional apropiado para inventarse unos
potingues. Le he colocado estos ingredientes porque son
los que me gustan. Tiene una textura
fluída y suave su color es ámbar ya que tiene Coenzima Q10 que le da su
propio colorcillo. La Coenzima Q10 es un componente natural de nuestro organismo que con
los años va disminuyendo su producción. Sus propiedades son: antioxidante y regenerante
celular. Se utiliza para retrasar el envejecimiento prematuro de las células de
la piel de forma que recuperemos nuestra belleza, dejándonos sin
imperfecciones.
Ya os iré contando como va mi piel.
Ingredientes: Aceite de Albaricoque, aceite
de argán, aceite de nuez macadamia, cera PROTELAN, vitamina E, hidrolato de azahar,
sorbato potasio, benzoato sodio, oxido de zinc, ácido hialurónico, aloe vera,
Q10, elastina, jalea real, tintura de romero; fragancia de muguet.
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